El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo, presentó su renuncia este miércoles por la noche, poco después de que se conocieran unas grabaciones en las que parece pedirle a la exvicecanciller que no entregara evidencia relacionada con una investigación en curso sobre un pasaporte que se le emitió a un narcotraficante encausado.
En medio de la polémica, el canciller presentó un comunicado en el que aclaró que decidió dejar su puesto “para aventar toda suspicacia que como jerarca pudiera ejercer cierta injerencia sobre terceros, amparado en las prerrogativas del cargo”.
No obstante, se defendió: «No hubo nada ilegal en la tramitación del pasaporte tramitado para el señor Marset, en cuya instancia tampoco tuve participación ni conocimiento alguno. Por supuesto, tampoco mentí o me aparté de la verdad en la interpelación parlamentaria».
«La Dra. Ache descontextualizó conversaciones y obró de mala fe. Las cosas no son como se las ha mostrado, pero resultan suficientemente sensibles como para haberle presentado la inmediata renuncia», insistió.
Fuentes de la Cancillería dijeron que comunicó su dimisión en una llamada telefónica a Lacalle Pou, quien se encuentra en Estados Unidos.
En los audios que trascendieron, Bustillo parece pedirle a la entonces viceministra de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, que no entregara su teléfono a los investigadores.
En específico, intentaba asegurarse de que los investigadores no vieran las conversaciones que Ache sostuvo con el subsecretario del Interior, Guillermo Maciel, en relación con la emisión de un pasaporte del narco Sebastián Marset mientras estaba detenido en Dubái en 2021.
«Vos perdé el celular», le recomienda Bustillo a Ache en uno de los audios de noviembre de 2022. En otro fragmento, Bustillo tilda a Maciel de «tarado» varias veces, señalando que si diera a conocer los chats «se pegaría un tiro en el pie».
Por su parte, Ache, quien renunció el año pasado, testificó horas antes ante la fiscalía como parte de una investigación en torno al pasaporte de Marset. «Yo fui la única política de este gobierno que renunció y se fue para su casa. Y, paradójicamente, no fue ni por haber hecho algo incorrecto, ni por haber hecho algo ilegal. Todo lo contrario, fue por no haber estado dispuesta a ocultarle comunicaciones a la justicia y por haberme negado a cometer un delito”, dijo a la prensa.
En tanto, Bustillo señaló que, luego de declarar ante el Ministerio Público, se pondrá «a disposición de los medios para echar luz sobre la veracidad de lo actuado y sobre el distorsionado relato que se ha brindado».
Después de que se conocieras las conversaciones, líderes de la oposición hicieron un llamado para que el presidente Luis Lacalle Pou despidiera a varios altos funcionarios, incluidos Bustillo y el ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
La investigación sobre la emisión del pasaporte del narcotraficante Marset
Bustillo había testificado previamente ante legisladores que la emisión del pasaporte de Marset involucró un “trámite administrativo” y no fue un tema político. También argumentó no tener conocimiento del caso, asegurando que el nombre de Marset no era tan popular como lo es ahora.
Marset, hoy prófugo de la Justicia, solicitó el pasaporte uruguayo en octubre de 2021, y lo obtuvo a fines de noviembre de ese año mientras estaba detenido en Emiratos Árabes Unidos (EAU) por haber intentado salir del país con un pasaporte paraguayo falso.
Las autoridades afirman que Marset, de 32 años, estableció una organización criminal a lo largo de Paraguay, Uruguay y Bolivia para exportar cocaína a Europa. También está acusado de ser el autor intelectual del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Colombia en 2022.
Marset ha evitado ser detenido en numerosas ocasiones, la más reciente en agosto, cuando fue capaz de eludir una intensa búsqueda en Bolivia, donde había estado viviendo en el país durante meses bajo una identidad falsa.