Las alertas por una extensión regional con otros actores estatales de la guerra que libra Israel contra Hamas se encendieron en la madrugada del miércoles cuando aviones cazas israelíes bombardearon un cuartel militar y lanzaderas de misiles en territorio de Siria. Fue en respuesta a ataques previos con proyectiles disparados desde el sur de ese país a los Altos del Golán.
Siria es un aliado íntimo de Irán, la potencia persa que a su vez apadrina a Hamas y a la milicia libanesa Hezbollah y plantea la destrucción de Israel. Un ataque a cualquiera de estos factores encadena a los otros.
Es la preocupación de Estados Unidos, que respalda totalmente a Israel tras el brutal ataque terrorista del 7 de octubre en el sur del país que mató a más de 1.400 personas en su mayoría civiles desarmados. Pero Washington ha sostenido la inconveniencia de una invasión terrestre a la Franja de Gaza que controla Hamas por su perspectiva imprevisible.
Ese territorio está siendo sometido a un creciente y arrasador bombardeo que no ha cesado desde la invasión de la milicia fundamentalista. La restricción para pasar a una segunda etapa de infantería, obedece al riesgo cierto de que Israel quede atrapada en una lucha extensa y con altos costos de su propio personal y de los civiles de Gaza, esto último una herramienta política de los enemigos del país y también de EE.UU.
A la Casa Blanca le preocupa la instrumentación de este conflicto no solo por Irán sino también por Rusia, dicen diplomáticos aquí.
Controversia internacional
Los costos de los bombardeos ya han generado una intensa controversia internacional. Según datos de la Franja, suman ya casi 6.000 los muertos en las dos semanas de lluvia de bombas y artillería sobre ese mínimo territorio de 40 kilómetros de largo y 100 de ancho. Donde, además, existe una extraordinaria penuria humanitaria para los sobrevivientes, más de dos millones de personas, con carencias empinadas de insumos básicos.
En Gaza hay más de 220 israelíes que fueron capturados por los milicianos durante su incursión, que son parte de una negociación tras bastidores con Qatar y Egipto que alienta Estados Unidos. Ya han sido liberadas cuatro mujeres y hay versiones de otras 50 personas, con doble nacionalidad, que podrían ser regresadas.
Jerarcas del grupo Hamas, acorralados en esta circunstancia, buscan de ese modo una ventana de negociación que alivie los bombardeos pero Israel se niega a un cese del fuego y rechaza los reclamos “de proporcionalidad” que le plantean sus aliados. Defienden la reacción a la sangrienta incursión de la banda terrorista que mató a niños, quemó casas con sus familias dentro y violó mujeres con métodos similares a los de la organización terrorista ISIS, una organización iraní ya inactiva que Hamas desprecia.
Israel debe tomar con urgencia una decisión sobre la invasión que, según fuentes diplomáticas, el Ejército ha dejado en manos del debilitado primer ministro Benjamín Netanyahu. Están desplegados más de 300 mil reservistas frente al territorio de la Franja desde hace días con blindados y otros equipamiento de guerra terrestre con la decisión de ingresar a Gaza, pero esa medida se demora en relación a su eventual inefectividad.
Mantener a ese enorme ejército acantonado, implica, además, un enorme costo económico para el país. La agencia Standard & Poor’s , al respeto, acaba de modificar la perspectiva de Israel de «estable a negativa» y citó el riesgo de que la guerra pueda extenderse más ampliamente con un impacto pronunciado sobre la economía y sobre la situación de seguridad en el país.
La semana pasada, la agencia Fitch colocó el rating del débito soberano de Israel de «A+» a «rating watch negativo», y advirtió que una grave escalada del conflicto en curso con Hamas podría llevar a una calificación negativa.
Los cazas israelíes bombardearon en Siria lanzadores de morteros y una importante base militar. Fue una andanada de siete misiles teleguiados contra un blanco en la provincia de Daraa en el sur del país que es desde donde se disparó contra el Golán. Los Altos del Golán son un territorio que Israel arrebató a Siria durante la Guerra de los Seis Días de 1967 y luego consolidó en la Guerra del Yom Kipur de 1973 y que se anexionó de forma efectiva en 1981, en un movimiento no reconocido por la comunidad internacional.
El domingo, otros ataques previos israelíes dejaron fuera de servicio los dos principales aeropuertos sirios, en Damasco y Aleppo. Fue el segundo bombardeo simultáneo a estas dos infraestructuras desde el estallido de la guerra con Hamas.
Ataques a posiciones de EE.UU.
Durante más de una década de guerra civil en Siria, Israel ha lanzado cientos de ataques aéreos en el país vecino contra las posiciones del ejército de Damasco, de milicias pro iraníes y del grupo Hezbollah. Israel ha asegurado que no permitirá que su enemigo iraní, aliado de Damasco, incremente su presencia en Siria.
Ese escenario se combina con un incremento de los ataques contra posiciones norteamericanas en la región. Hubo una decena de disparos de cohetes en Irak y tres de misiles en Siria contra posiciones de las fuerzas de Estados Unidos desplegadas en bases de esos países. Hay una treintena de soldados norteamericanos heridos en esos episodios.
El aumento de a decenas o cientos de víctimas civiles en la Franja de Gaza, con episodios de ataques en áreas donde se había informado que estarían liberadas de ese peligro, ha producido una crisis global y choque de Israel con la jefatura de las Naciones Unidos, con peticiones de dimisión del secretario general, el portugués António Guterres.
Hay voces importantes que critican el carácter de castigo colectivo de la ofensiva guerrera israelí. Este miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU citó para un debate abierto sobre la tragedia en Oriente Medio con casi un centenar de oradores, lo que indica la centralidad que ha tomado esta crisis.
El conflicto con Guterres en específico es porque el influyente diplomático ha rechazado la dureza la ofensiva aérea de Israel y reclamado un inmediato cese del fuego. Israel ha planteado que su intención es destruir esta vez al grupo Hamas, propósito que acompaña Estados Unidos.