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la junta militar procesa al presidente depuesto por «alta traición» y podría condenarlo a muerte


En Níger, el régimen militar golpista anunció que quiere procesar al presidente depuesto Mohamed Bazoum por alta traición. El jefe de estado se encuentra prisionero en el palacio presidencial junto a su esposa y su hijo, tras el golpe de estado en el país más pobre de África. Un anuncio del domingo por la noche, que inquietó a Francia, a Estados Unidos y a los países reunidos en la CEDEAO.

Si es declarado culpable, Bazoum podría enfrentar la pena de muerte, según el código penal de Níger.

«El gobierno de Níger ha reunido hasta la fecha la evidencia para procesar ante las autoridades nacionales e internacionales competentes al presidente depuesto y sus cómplices locales y extranjeros, por alta traición y socavar la seguridad interna y externa de Níger«, declaró el coronel mayor Amadou Abdramane, uno de los miembros del régimen, en un comunicado de prensa leído en la televisión nacional.

Vocero del régimen golpista anuncia el procesamiento de Bazoum por TV. Foto: Tele Sahel / AFP


Vocero del régimen golpista anuncia el procesamiento de Bazoum por TV. Foto: Tele Sahel / AFP

El anuncio decía que políticos de alto rango de África occidental y “sus mentores internacionales” habían hecho acusaciones falsas e intentado descarrilar una solución pacífica a la crisis para justificar una intervención militar. Dijo que Bazoum estaba siendo acusado luego de sus intercambios con estas personas. La declaración no identificó países occidentales específicos y no indicó una fecha para el juicio.

El anuncio fue horas después de que la junta dijera que estaba abierta al diálogo con las naciones de África occidental para resolver la creciente crisis regional.

La acción de la CEDEAO

Cuando la CEDEAO, que reúne a 15 paises africanos, se prepara para una acción miliar si el presidente no es restituido en su cargo, los golpistas denunciaron las «sanciones ilegales, inhumanas y humillantes» de la CEDEAO contra el país. El líder de una delegación de clérigos nigerianos aseguró que la junta está «abierta a explorar la vía diplomática».

El gobierno basa sus acusaciones en los «intercambios» del presidente Bazoum con «nacionales», «jefes de estado extranjeros» y «funcionarios de organizaciones internacionales», desde que fue detenido en el palacio luego de que intentara pasar a retiro al líder del golpe y jefe de la guardia presidencial.

Los golpistas aseguran que el presidente Bazoum «recibe regularmente visitas de su médico». “Después de esta visita, el médico no planteó ninguna preocupación sobre el estado de salud del presidente derrocado y sus familiares”, agregaron. Según un asesor del presidente derrocado, el sábado se realizó una consulta en el palacio y el médico le llevó comida.

Bazoum, recluido en su residencia presidencial desde el día del golpe junto a su hijo, con severa enfermedad cardíaca, y su esposa, había declarado en varios medios ser un «rehén», luego privado de electricidad y obligado a comer solo arroz y pasta.

Nigerinos a favor de los golpistas protestan frente a una base militar francesa en Niamey. Foto: Reuters


Nigerinos a favor de los golpistas protestan frente a una base militar francesa en Niamey. Foto: Reuters

Contras las sanciones

El régimen militar denunció “las sanciones ilegales, inhumanas y humillantes de la CEDEAO[Comunidad Económica de los Estados de África Occidental]”, tomadas en una cumbre de la organización el 30 de julio. Los estados de África occidental han anunciado, entre otras cosas, la suspensión de las transacciones financieras y comerciales con Níger.

Estas sanciones «llegan a privar al país de productos farmacéuticos, alimenticios» y «suministro de corriente eléctrica», deploraron los militares en su comunicado de prensa. Precisan que «se están tomando todas las medidas urgentes para minimizar el impacto de las sanciones».

Consultando a las personas cercanas al régimen depuesto detenidas desde el golpe, los militares añaden que «reafirman su firme voluntad de respetar los compromisos de Níger en materia de derechos humanos«.

El 30 de julio, cuatro días después del derrocamiento del régimen, los líderes de la CEDEAO decidieron sancionar económicamente a Níger y dieron un ultimátum de siete días a los militares para restaurar el orden constitucional, amenazando con un posible recurso a la fuerza como último recurso.

Mediaciones

El jueves 10 de agosto, en una nueva cumbre, los mandatarios reafirmaron su preferencia por la vía diplomática para restaurar en el cargo al presidente Mohamed Bazoum, al tiempo que ordenaron la movilización y el despliegue de la «fuerza de reserva» de la CEDEAO.Pero la operación militar nunca se inició.

El sábado se recibió en Niamey una mediación nigeriana. Encabezada por el jeque Abdullahi Bala Lau, líder de un movimiento islámico de inspiración salafista muy influyente, aseguró en un comunicado de prensa publicado el domingo, que la junta se había manifestado abierta a una resolución de la crisis por la vía diplomática.

Según el general Abdourahamane Tiani, en el poder desde el golpe del 26 de julio, citado en el comunicado de prensa de una delegación de clérigos nigerianos que visitó Niamey este fin de semana, los militares derrocaron al presidente Bazoum «debido a una amenaza inminente que habría afectado no sólo a la República de Níger, pero también Nigeria».

Dos días después del golpe, el general Tiani había justificado la actuación del ejército por «el deterioro de la seguridad» en el país socavado por la violencia de los grupos yihadistas. El domingo, seis soldados nigerinos y diez «terroristas» murieron en combates, a unos 20 kilómetros de la localidad occidental de Sanam, según un informe provisional presentado por el alto mando de la Guardia Nacional.

Intervienen los nigerianos salafistas

Según la delegación religiosa, la junta dijo que estaba abierta a una resolución diplomática de la crisis. El general Tiani «declaró que su puerta estaba abierta para explorar el camino de la diplomacia y la paz para resolver la crisis», dijo en un comunicado de prensa Abdullahi Bala Lau, jefe de esta misión de mediación realizada con el acuerdo del presidente de Nigeria, Bola Tinubu, también actual presidente de ECOWAS.

La mediación religiosa anunció que se reuniría con el presidente Bola Tinubu para informarle sobre el contenido de su discusión. Pero el comunicado de prensa se publicó antes del anuncio de que los militares en el poder procesarían al derrocado presidente.

El martes, otra delegación, esta vez compuesta por enviados de la CEDEAO, la Unión Africana y Naciones Unidas, no pudo viajar a Niamey, alegando el régimen razones de seguridad. Según el comunicado de la mediación religiosa, el general Tiani dijo que era «doloroso» para los golpistas que los líderes de la CEDEAO «no escucharan su versión de los hechos antes de darles un ultimátum».

El régimen militar nombró esta semana a su primer gobierno. Este equipo está encabezado por el Primer Ministro, Ali Mahaman Lamine Zeine, e incluye veinte ministros; siendo los de defensa e interior generales del Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria, que tomó el poder.

«Salven su vida»

Los aliados del presidente de Níger derrocado por militares están apelando a los EE.UU. y otros: “salven su vida”. Hay 1500 tropas francesas y 1000 norteamericanas en una base de drones en Niger, desde donde se combate al yihadismo.

Crece la presión internacional sobre la junta para que libere y reincorpore a Bazoum. Inmediatamente después del golpe, el bloque regional de África Occidental ECOWAS le dio al régimen siete días para devolverlo al poder y amenazó con la fuerza militar si no ocurría, pero ese plazo llegó y se fue sin ninguna acción por parte de ninguno de los lados.

La semana pasada, ECOWAS ordenó el despliegue de una fuerza de «reserva». Pero aún no está claro cuándo o si ingresaría al país. El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana se reunirá el lunes para discutir la crisis de Níger y podría anular la decisión, si considera que una intervención amenaza una mayor paz y seguridad en el continente.

Pero a medida que pasa el tiempo, crece la incertidumbre y aumentan los mensajes contradictorios.

La nueva apertura a las conversaciones podría ser el resultado de la presión de la CEDEAO, incluidas las severas sanciones económicas y de viaje que ya están afectando a los cerca de 25 millones de habitantes del país empobrecido, pero eso no significa que vayan a ninguna parte, dicen los expertos del Sahel.

‘Veamos cómo son realmente estas negociaciones, porque también es beneficioso para la junta entretener conversaciones en lo más mínimo. Eso no significa que se lo tomarán en serio”, dijo Aneliese Bernard, exfuncionaria del Departamento de Estado de EE.UU. que se especializó en asuntos africanos y ahora es directora de Asesores de Estabilización Estratégica, un grupo asesor de riesgos.

París, corresponsal

ap

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