Hasta ahora, serían seis los envíos con material explosivo de pirotecnia, de los cuales sólo uno hirió a un agente de seguridad de la embajada ucraniana en Madrid.
España amaneció este jueves en alerta por una seguidilla de cartas bomba que fueron interceptadas en las últimas horas y que tenían como destinatarios al presidente Pedro Sánchez y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, entre otros nombres a quienes iban dirigidos los sobres.
Hasta ahora, serían seis los envíos con material explosivo de pirotecnia, de los cuales sólo uno hirió a un agente de seguridad de la embajada ucraniana en España.
Recién este jueves se supo que el sobre destinado al presidente Sánchez y que nunca llegó a sus manos fue detectado por el Departamento de Seguridad de Presidencia del Gobierno el 24 de noviembre, en el Palacio de la Moncloa, al filtrar la correspondencia de Sánchez.
Fuentes del Ministerio de Interior justificaron haber mantenido el episodio silenciado “porque hay una investigación en curso”.
La seguridad
Las otras cartas incendiarias fueron enviadas a la base aérea de Torrejón de Ardoz, al Ministerio de Defensa, a una empresa de Zaragoza que fabrica armas para enviar a Kiev y a las embajadas de Ucrania y de Estados Unidos en Madrid, que ayer cortó la calle Serrano, valló la zona de la ciudad que rodea la sede diplomática y evacuó a la gente que estaba en los edificios de alrededores.
El sobre que llegó a la representación diplomática ucraniana fue el único que generó una deflagración, es decir que ardió pero no provocó una explosión. Iba dirigido al embajador Serhii Pohoreltsev pero fue abierto por un empleado de seguridad quién fue el único, hasta ahora, que recibió heridas leves.
Los otros paquetes fueron desactivados a tiempo.
El Ministerio del Interior dispuso reforzar la seguridad en todos los edificios públicos españoles y la Audiencia Nacional investiga las cartas como posible acto de terrorismo.
La mayoría de los sobres, despachados por correo simple, llegaron a destino este jueves.
La primera fue la que se entregó antes del amanecer, entre las tres y las cuatro de la madrugada, en la base militar de Torrejón de Ardoz, a 20 kilómetros del centro de Madrid. Iba dirigida al Centro de Satélites de la Unión Europea (UE), la agencia de inteligencia geoespacial que por estos días se concentra en el monitoreo satelital de Ucrania.
A 281 días de la invasión rusa en suelo ucraniano, el embajador Pohoreltsev apuntó a Vladimir Putin como posible sospechoso de haber ensobrado el material explosivo que llegó a su embajada: “Sabemos los métodos terroristas del país agresor y estamos listos para cualquier tipo de emergencia que pudiera surgir”, dijo Pohoreltsev.
Sin embargo, la representación diplomática rusa en España condenó, a través de su cuenta de Twitter, los envíos en cadena de cartas explosivas.
“Cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigidos contra una misión diplomática, son totalmente condenables”, dice el comunicado.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, dispuso reforzar la seguridad en todas las embajadas de su país en el mundo.
Ya el miércoles por la tarde, otro sobre con material pirotécnico había sido recibido en las instalaciones de la empresa de municiones Instalaza, sobre la calle Monreal del casco histórico de Zaragoza.
Contra una ministra
La firma fabrica lanzagranadas y armamento con el que España está apoyando a Ucrania.
En la mañana de este jueves, los Técnicos Especialistas en Desactivación de Explosivos (TEDAX) de la Policía detonaron el dispositivo que había llegado al Ministerio de Defensa para la ministra Margarita Robles.
Y hacia el mediodía, los agentes de seguridad de la embajada de Estados Unidos en Madrid identificaron un paquete parecido a la descripción de las cartas bombas recibidas que desde temprano se hacía circular.
“Tanto las características de los sobres como su contenido son similares”, dijo el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, quien además confirmó que el material explosivo era casero.
No lo aseguró, pero dejó entrever que es muy probable que las cartas bomba se hayan enviado desde algún lugar de España y no desde el exterior.
“Existen indicios que apuntan a que la procedencia es del propio territorio español pero hay que ser prudentes. Estamos en el inicio de la investigación”, insistió Pérez.
“Tranquilidad, ante todo”, pidió el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien, por ahora, no contempla elevar el nivel de alerta antiterrorista.
La Unión Europea señaló que no tiene constancia de incidentes similares en otros países que, como España, apoyan a Ucrania desde la invasión rusa del 24 de febrero de este año.
Madrid, corresponsal