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¿por qué renunció la madrina del príncipe William?


La madrina del príncipe William le arruinó su viaje a Estados Unidos para demostrar que la monarquía británica no es racista. Un nuevo escándalo sacude la realeza, justo cuando Harry y su esposa Meghan, duques de Sussex, van a recibir un premio de la Familia de Robert Kennedy en Nueva York por haber denunciado públicamente la discriminación racial.

Lady Susan Hussey, dama de honor y mejor amiga de la reina Isabel II, baronesa, debió renunciar este miércoles a la noche, luego de que le preguntara durante 10 minutos a una activista negra contra la violencia machista “de qué lugar de África provenía” en una recepción en el palacio de Buckingham.

Ngozo Fulani denunció en Twitter el incidente “como una violación”.

El portavoz oficial del Príncipe de Gales ha dicho que «el racismo no tiene cabida en nuestra sociedad» e invitó a Fulani a discutir el incidente.

William y Kate, los príncipes de Gales, se encontraban en el aeropuerto de Heathrow para tomar un avión que los dejó en Boston, cuando se enteraron del hecho. El hijo mayor del rey Carlos III exigió “la inmediata renuncia” de su madrina.

Pero los Gales fueron abucheados en un partido de basquet en Boston, al que concurrieron, por una minoría.

Será muy difícil para William y Kate, futuros reyes, remontar este drama en Estados Unidos, donde hasta The New York Times lo publicó este jueves.

En Gran Bretaña es primera página de todos los diarios y consideran que el futuro rey tendrá una muy titánica misión para erradicar este fantasma, cuando el objetivo del viaje era emparchar la imagen de la monarquía, tras las declaraciones de “racismo institucional” de Harry y Meghan contra ella.

William y Kate llegaron a Boston este miércoles. Foto: EFE


William y Kate llegaron a Boston este miércoles. Foto: EFE

Qué sucedió

La activista contra el abuso doméstico, Ngozi Fulani, de 61 años, asistía a una recepción ofrecida por Camilla, la reina consorte, el martes en el Palacio de Buckingham para conmemorar los 16 días de activismo de las Naciones Unidas contra la violencia de género.

Fulani dijo que Lady Susan Hussey, de 83 años, le apartó el cabello y sus “ dredlocks” para leer su placa de identificación. Así comenzó a preguntarle  “de qué parte de África” venía.

Cuando Fulani le dijo que era de Hackney, en el norte de Londres, dice que Hussey -esposa del ex presidente de la BBC- respondió: “No, pero ¿de dónde vienes realmente? ¿De dónde viene tu gente? ¿Cuándo viniste aquí por primera vez?”.

Un portavoz del Palacio de Kensington dijo: “Me decepcionó mucho escuchar sobre la experiencia de la invitada en el Palacio de Buckingham anoche. El racismo no tiene cabida en nuestra sociedad. Los comentarios fueron inaceptables y es correcto que la persona se haya hecho a un lado con efecto inmediato”.

Los comentarios fueron escritos por el vocero oficial del príncipe de Gales, pero discutidos con William antes de subirse a un avión rumbo a Estados Unidos. “Él piensa que el curso de acción tomado es correcto”, dijo una fuente del palacio.

El escándalo racista amenaza con eclipsar el viaje de William y Kate a Boston, donde anunciarán a los ganadores de los premios medio ambientales Earthshot, apoyados por Caroline Kennedy, la hija del presidente asesinado.

Al mencionar el “racismo”, el portavoz del príncipe fue más allá que el Palacio de Buckingham, que se refirió a “comentarios inaceptables y profundamente lamentables”.

La reina Camilla saluda a sus invitados en el Palacio de Bukingham. Atrás, hacia la izquierda, Ngozi Fulani. Foto: AFP


La reina Camilla saluda a sus invitados en el Palacio de Bukingham. Atrás, hacia la izquierda, Ngozi Fulani. Foto: AFP

Un portavoz del palacio dijo: “Nos hemos comunicado con Ngozi Fulani y la estamos invitando a discutir todos los elementos de su experiencia en persona si lo desea”.

Inicialmente el palacio no identificó a Lady Susan Hussey como la renunciante por el caso de racismo sino que solo hacia referencia “a un miembro del palacio”.

“Mientras tanto, la persona en cuestión desea expresar sus profundas disculpas por el daño causado y se ha apartado de su cargo honorario con efecto inmediato. Se recuerda a todos los miembros del palacio las políticas de diversidad e inclusión que deben mantener en todo momento”, dijo el vocero.

Los tabloides y la BBC fueron los primeros en identificar a la Lady in Waiting de la reina Isabel y madrina del futuro rey como la protagonista del hecho.

¿Quién es Ngozi Fulani?

Fulani es la directora ejecutiva de Sistah Space, una organización benéfica que apoya a mujeres de ascendencia africana y caribeña que han enfrentado abuso doméstico. Llamó al intercambio una “violación”. Pero dijo que estaría dispuesta a hablar con el palacio para “lograr una solución positiva”.

Escribiendo en Twitter, Fulani contó que le dijo a Hussey: “¡Señora! Soy de nacionalidad británica, mis padres llegaron aquí en los años cincuenta”, a lo que se alega que Lady Susan respondió: “Sabía que al final llegaríamos allí. Eres caribeña”.

El intercambio terminó con Fulani diciendo: “No, señora. Soy de ascendencia africana, ascendencia caribeña y de nacionalidad británica”.

La reina Camilla pronunció un discurso en el evento para 300 personas, en el que habló sobre la “pandemia global de violencia contra las mujeres”. Los invitados incluyeron a Olena Zelenska, la esposa del presidente ucraniano, la reina Matilde de Bélgica, la reina Rania de Jordania y la princesa heredera María de Dinamarca.

Fulani dijo que después del incidente, el resto de la recepción fue «borroso» para ella. “No había nadie a quien informarlo. No pude informarle a la reina consorte. Además fue un shock para mí y para las otras dos mujeres, que nos quedamos atónitas, en silencio», contó.

“Me paré en el borde del salón, sonreí y hablé brevemente con quien me habló hasta que pude irme. Sin embargo, mis hijos y nietos estaban orgullosos. En la época de mis padres, a los negros solo se les permitía ingresar a esos espacios para servir. Me alegro de que mis padres no estuvieran presentes para presenciar esta violación”, agregó Fulani.

“Bajé la guardia. Nunca más. Fue una gran lucha permanecer en un espacio en el que fuiste violada. Creo que es esencial reconocer que ha ocurrido un trauma y que ser invitada y luego insultada ha causado mucho daño”, dijo.

Otra testigo

Mandu Reid, líder del Partido de la Igualdad de la Mujer, que estaba de pie junto a Fulani en ese momento. Dijo que las hicieron sentir como «intrusas» y describió la línea de preguntas de Hussey como «racista».

“Lady Susan se acercó y comenzó a charlar de la nada. Se acercó a Ngozi y comenzó a preguntar de dónde era. Ngozi dijo que era de Sistah Space, que es la organización a la que representaba. Lady Susan dijo: «No, ¿de dónde eres realmente?» «Entonces ella respondió: ‘Oh, soy de Londres, Hackney en realidad’, a lo que Lady Susan dijo: ‘No, eso no es lo que quiero decir en absoluto. De dónde eres realmente, cuál es tu nacionalidad». ¿De dónde es tu gente?”, relató Mandu Reid.

“Éramos tres allí. Tres mujeres negras y todas estábamos desconcertadas. Fue como un interrogatorio literalmente, tan pronto como llegamos, en los primeros minutos. Esto no fue solo unos segundos, fue concertado durante varios minutos… Así que se sintió como un interrogatorio”, prosiguió.

“Sentía, como tres mujeres negras, que éramos intrusas, que no éramos bienvenidas ni aceptadas como británicas. Ser cuestionadas una y otra vez sobre cuál es nuestro origen o quiénes somos… De hecho, pensé ‘¿me va a pedir una identificación a continuación?’. Y puede estar segura de que ella no habría tenido esa línea de preguntas si Ngozi fuera una mujer blanca. No hay posibilidad”, recordó.

“Inmediatamente nos sentimos como ‘otros’ en esa situación. ¡Cuando éramos invitados, no éramos intrusos! Éramos invitados y habíamos sido invitados a celebrar el trabajo que estamos haciendo para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, que es realmente importante”, se indignó Reid.

“Estábamos absolutamente incrédulas y no podíamos entender de qué se trataba o la situación en la que nos habían puesto. Pero Lady Susan fue muy, muy persistente en su línea de preguntas. Fue absolutamente extraordinario y angustioso”, continuó.

«Lady Susan simplemente salió de la conversación cuando terminó y fue a hablar con otras personas, dejándonos a todos completamente conmocionadas», finalizó.

“Una violación”

El miércoles a la noche, Fulani dijo que aún no había tenido noticias «personales» del palacio. Le dijo a la radio LBC que el intercambio, que duró “cinco o diez minutos”, se sintió como un “interrogatorio” y agregó: “Me siento violada y todavía estoy procesando todo esto. Estoy tan atónita como todos los demás”.

“Estaba de pie con dos mujeres adultas, también de ascendencia africana, y estábamos tan atónitas que no sabíamos qué hacer. Hizo una línea recta hacia mí, eso en sí mismo es curioso”, describió.

Fulani dijo que el intercambio fue «doloroso» y que solo quería que terminara, especialmente porque se llevó a cabo en una habitación llena de gente. «Lo que tenía que hacer era asegurarse de que no califico como británico, y pensé ‘guau'».

“Racismo institucional. El Racismo es un problema en toda Gran Bretaña. Está en la policía. Se ha probado. En la brigada de bomberos. Se ha probado. Incluso en partes del NHS (el servicio de salud). Es un problema. Y en el Palacio de Buckingham. No es una sola persona responsable”,  denunció este jueves Fulani en una entrevista en Sky News.

El silencio de la acusada

Lady Hussey no pudo ser contactada para hacer comentarios. Es una institución británica, que incluso acompañó a la reina en su auto al funeral del príncipe Felipe, su marido. Su trabajo era ad honorem.

Por pedido de la reina, fue ella quien se dirigió al palacio de Kensington para enseñarle a Meghan, duquesa de Sussex y esposa de Harry, la forma de actuar en la Casa Real. Meghan le pidió al palacio que la retiraran.

La reina Isabel II y su entonces dama de compañía, Susan Hussey, en una imagen de 2011. Foto: AP


La reina Isabel II y su entonces dama de compañía, Susan Hussey, en una imagen de 2011. Foto: AP

A lady Susan la defendió William Shawcross, ex presidente de la Comisión de Caridad, quien dijo: “La conozco desde hace 40 años y nunca ha mostrado rastros de racismo. Como todos los miembros de la familia a la que ha servido, tiene una cabeza y un corazón completamente abiertos y amables con todas las naciones y razas. Por supuesto, están especialmente interesados en las personas del Commonwealth».

En pleno escándalo, una fuente que conoce bien a Hussey dijo que ella era «la persona más cariñosa y maravillosa». Y agregó: “Ella nunca lastimaría o insultaría intencionalmente a nadie. Lady Hussey era una roca para la Reina: una compañera, una amiga. Ella era increíblemente importante”.

Hussey había servido en la casa real desde 1960 y estaba casada con Marmaduke Hussey, ex presidente de la BBC, quien murió en 2006.

Como dama de honor, era una de las personas más cercanas a la difunta reina fuera de su familia inmediata y la acompañaba en sus vacaciones y sus funciones.

Disputa de hermanos

La monarquía británica y su reputación en juego en Estados Unidos. Dos hermanos príncipes, hijos del actual rey, nietos de la reina muerta y de la princesa Diana, frente a frente, y Meghan y Kate, dos cuñadas que no se quieren, con la imagen de la Casa de Windsor como objetivo.

Los duques de Sussex, que viven en California tras su autoexilio británico, serán premiados el 6 de diciembre en Nueva York por su “posición heroica” contra el “racismo estructural en la monarquía”, según la hija de Robert Kennedy, asesinado en California, que les entregará el premio Ripple of Hope.

William y Harry, con sus esposas, durante el funeral de la reina Isabel, en septiembre en el Castillo de Windsor. Foto: AFP


William y Harry, con sus esposas, durante el funeral de la reina Isabel, en septiembre en el Castillo de Windsor. Foto: AFP

William y Catherine, los príncipes de Gales y futuros reyes, con un vínculo quebrado con su hermano Harry y su esposa Meghan, llegaron a Estados Unidos ayer. Buscan reparar la imagen de la Casa Real, que Harry y Meghan destrozaron en una histórica entrevista con Oprah. Allí acusaron a la Casa de Windsor de racismo y de preguntarse cuál sería el color de la piel de Archie, hijo de la primera duquesa mestiza de la historia de la casa real.Es la primera visita de la “Familia Real trabajadora” a Estados Unidos desde la entrevista.

Los nuevos príncipes de Gales asistirán al premio Earthshot en Boston, inspirado en el Moonshot del presidente Kennedy.

Pero la recepción comenzó bajo la lluvia. Fueron al partido de basquet entre los Boston Celtics y Miami Heat. No fueron bien recibidos cuando se anunció su presencia en Boston. Según el corresponsal de The Times, Valentine Low, que cubre la gira, cuando anunciaron sus nombres se escucharon “boos” (abucheos) y el grito de «USA”.

Se iban a ir en la mitad del partido pero decidieron quedarse hasta el final. El presidente Joe Biden tiene previsto recibirlos antes de su partida.

Antes un reverendo les recordó que el racismo está vinculado al colonialismo y a la falta de equidad.

La gran grieta de los hermanos Mountbatten Windsor tiene muchas razones. Pero una es el temor que William, Kate, el rey Carlos III y la reina consorte Camilla sienten ante el documental que los Sussex van a publicar en Netflix más Spare, las memorias de Harry, que se conocerán en enero.

Después de The Crown, el documental de los duques de Sussex. Un tráiler explosivo de las “docu series” de Netflix de Harry y Meghan se lanzó hoy, con la pareja Sussex compartiendo una colección personal de fotos en blanco y negro, incluidas varias que muestran a la duquesa llorando.

Se escucha a Harry decir: «Nadie ve lo que sucede detrás de las puertas cerradas», justo antes de que aparezca una imagen de Meghan con la cabeza entre las manos , mientras habla por teléfono.

En otra imagen, se ve a Meghan sentada junto a Harry en un sofá, con la duquesa llevándose ambas manos a la cara mientras su marido ,de aspecto sombrío, tiene la cabeza inclinada hacia atrás.

Las otras fotos brindan una instantánea íntima de la vida de la pareja. Incluyen a Meghan acariciando su barriga, Harry tocando la guitarra y la pareja bailando en su boda.

La promoción no podría llegar en peor momento para William y Kate, los príncipe de Gales, que aterrizaron ayer en Estados Unidos. Desde que llegaron son todas malas noticias.

El clip de un minuto y 12 segundos comienza con un productor que pregunta «¿por qué quieres hacer este documental?», antes de que aparezcan más de una docena de fotos de Harry y Meghan compartiendo tiempo juntos, junto con una imagen del Príncipe y la Princesa de Gales.

Se escucha la voz de Harry diciendo: «Nadie ve lo que sucede detrás de puertas cerradas», antes de que a los espectadores se les muestre la foto de Meghan angustiada. “Tuve que hacer todo lo posible para proteger a mi familia”, añade el duque más tarde.

El tráiler finalmente muestra a su esposa, quien dice: «Cuando hay tanto en juego, ¿no tiene sentido escuchar la historia de nosotros?».

La guerra de los Wales es de imagen y continúa. Primero fueron los padres y ahora la siguen los hermanos. En juego, la reputación de la Casa de Windsor, su racismo o no y saber cuál es su verdadera cara.

París, corresponsal

CB

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