Participará en una cumbre interreligiosa marcada por la ausencia del patriarca ortodoxo ruso Kirill.
El papa Francisco llegó este martes a la capital de Kazajistán, Nursultán, para una visita de tres días en los que participará en una cumbre interreligiosa que busca enviar un mensaje de paz a la tensa región de Asia Central, pero que está marcada por la ausencia del patriarca ortodoxo ruso Kirill y con las tensiones por Ucrania como telón de fondo.
El avión del Pontífice aterrizó en Nursultán poco después de las ocho de la mañana de la Argentina y, como acostumbra en las últimas semanas, el Papa se trasladó en silla de ruedas, por sus problemas en las rodillas.
Durante el viaje, en el que está acompañado por una delegación de periodistas de todo el mundo, Francisco agradeció la ayuda de todos ellos: «Buenos días, muchas gracias por su presencia y su ayuda en este viaje. ¡Le deseo un buen viaje y un buen trabajo! Hablaremos cuando volvamos, gracias y que tengan un buen día», les dijo Francisco.
Una vez arribado, el papa, de 85 años, fue recibido por el presidente Kasim Yomart Tokaev en el palacio presidencial. Se esperaba que luego pronunciara un primer discurso ante las autoridades y el cuerpo diplomático.
Francisco dijo este domingo que el 38º viaje desde su elección en 2013 sería «una oportunidad» para tener «un diálogo como hermanos, animados por el deseo común de paz, una paz de la que nuestro mundo está sediento«.
Un centenar de delegaciones de unos 50 países participarán los días 14 y 15 de septiembre en la cumbre interreligiosa en Kazajistán, una antigua república soviética que se independizó en 1991 y hoy es gobernada por Tokayev, de 69 años, que es aliado de Rusia, pero la invasión de Ucrania en febrero tensó su relación.
Inicialmente se esperaba la presencia en la cumbre del patriarca Kirill de la Iglesia ortodoxa de Rusia, cercano al presidente Vladimir Putin, pero el religioso ruso anuló su participación sin dar razones, barriendo las esperanzas de Francisco de hablar de la guerra en Ucrania.
Las visiones de ambos líderes religiosos chocan en esta cuestión: el papa pidió la paz y denuncia «una guerra cruel y sin sentido», mientras que Kirill defendió la «operación militar» y la lucha contra «los enemigos internos y externos» de Rusia.
«El diálogo, el acercamiento, la búsqueda de paz entre distintas religiones y mundos culturales están en el corazón de este viaje», dijo el lunes el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
El miércoles, Francisco protagonizará la apertura de la sesión plenaria del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales y oficiará una misa por la tarde. El jueves cerrará su visita reuniéndose con líderes católicos.
El presidente chino Xi Jinping estará en este país de Asia Central al mismo tiempo que Francisco, pero no se espera ningún encuentro a pesar de las esperanzas del Vaticano de renovar un histórico acuerdo para nombrar a sus obispos en el gigante asiático.
Rico en recursos energéticos, Kazajistán tiene 19 millones de habitantes, de los que un 70% son musulmanes sunitas y un 25% son cristianos, principalmente ortodoxos rusos. Solo un 1% es católico. Con ese minoritario grupo, el papa también se reunirá y celebrará misa. Se estima que son unas 125.000 personas católicas en el país.
Francisco es el segundo papa en visitar Kazajistán. Antes lo hizo Juan Pablo II en septiembre de 2001.
Con información de agencias.
LGP